lunes, 5 de diciembre de 2011

La ilusión

"¡Qué buen día hace hoy!" Pero yo no veo que el día sea distinto al de ayer, ni al de hace dos días. Sí, ayer estaba nublado, y el viernes llovió pero, ¿qué diferencia la existencia de una a la de otro? Además, hay muchos días como hoy, el sol suele salir. ¿Y qué es un buen día? Para muchos será el "buen" tiempo, consistente en sol y la despreocupación, para otros un día lluvioso, que riegue al mundo y oculte las lágrimas de la desdicha... Para mi un buen día es aquel que te aporta algo, lo que sea, beneficioso, claro está, pues si es maligno será un mal día -que no un día malo-. Entonces, ¿hoy es un buen día? "Pues no, es el mismo día que ayer, y que todos los días". "Con qué poca ilusión te has despertado esta mañana".

La ilusión. ¿Qué es la ilusión? No, tranquilos/as, no voy a decir que no existe, ni que es una creación estúpida del ser humano derivada de un sentimiento natural, como el amor, la amistad o el odio. Sí existe, y es algo imprescindible. ¿Para qué? Para ser feliz, claro está, y para combatir las desilusiones. Es un equilibrio. Si esperáis una definición de ilusión, siento desilusionaros, no la tengo. Cada uno tiene las ilusiones que siente, y que desea conservar y hacer más grandes, o apartarlas para que no sea tan dura la caída. En cualquier caso, no hay cabida para el "objetivismo" -no como corriente filosófica-. El ser humano se ilusiona con facilidad, esto es cierto, y muchas de ellas se hacen realidad, en tanto que muchas otras de ella no lo hacen. "Nunca pierdas la ilusión", y de hecho, nunca se ha de perder. En ello consiste la lucha que decía antes. Pero no habremos de esforzarnos mucho, la verdad, pues somos tan caprichosos y vivimos con tanta disconformidad y con tantas ganas de más, que las ilusiones nacen y crecen como la "mala" hierba en un jardín. "Con qué poca ilusión te has despertado esta mañana". ¿Cómo puede ser si siempre sentimos ilusión?

Efectivamente, no se ha equivocado nadie -a posible excepción de un servidor en algún momento de hoy-, y yo no me he despertado con ilusión, o casi sin. ¿Ilusión de qué habría de despertar? ¿De un nuevo y "buen" día? ¿De que algo interesante vaya a pasar? ¿De que conozca tal vez a un "amor de mi vida" por casualidad? No, nada me ilusiona. Me despierto por la mañana, miro a través de la ventana, y no veo nada más que lo mismo de todos los días. Desayuno el mismo café amargo y me cepillo los dientes con la misma pasividad onírica de todos los días. Me pongo la misma ropa que todas las semanas, a veces incluso coincidiendo con el día de la semana anterior. Y hago el mismo recorrido hasta una universidad, donde estudio algo que ni siquiera sé si me va a servir de algo. Los días pasan y guardo las experiencias, amorosas y de algún otro tipo, en los dedos de las manos, mientras los de los pies se congelan impacientes. Y no tengo ilusiones de ese tipo. Mi mayor ilusión es conocer el mundo, vivir lejos... ¿De dónde? De ninguna parte, de todas, del infinito más cercano, de los que evolucionan y tienen más de 3 manos ya; de mi mismo tal vez... Las demás, las guardo en un baúl, y cuando ocurra lo que tenga que ocurrir, que ocurrirá, me encargaré de darles vida, pero hasta entonces, es inútil despertar creyendo lo que no es, esquivando lo real. "Nunca pierdas la ilusión", eso es lo que importa, y yo aún espero con ilusión volver a sentir esperanza e ilusión misma. Eso es lo que me despierta y me retiene por las mañanas: la ilusión.

3 comentarios:

  1. A mi modo de verlo, lo que llamamos "ilusión" tiene varias formas distintas por decirlo de algún modo, y algunas de éstas se entremezclan y confunden con lo que llamaríamos "esperanza". Yo creo que una ilusión centrada en algún aspecto del futuro vendría a ser como la esperanza de que algo salga bien, o nos haga felices. Así que yo pensaría en ella más como esperanza que como ilusión.

    Por otra parte, pienso que la ilusión cotidiana, la que está más próxima al presente sería simplemente una alegría "anticipada" ante algo bueno que creemos inminente o que simplemente creemos que va a suceder. Si tengo muchas ganas de comer en McDonalds y me dicen que iremos me pondré feliz porque se que sucederá. En cambio, si no me dicen nada y me llevan directamente la sensación que experimentaré será más o menos la misma, solo que no será "anticipada".

    No sé, es un sentimiento complejo (como todos, la verdad). Pero si nos ponemos en plan existencial ¿Qué te hace levantarte cada día, seguir con tu rutina o hacer cosas que en el momento no te gustan nada o destestas (como por ejemplo estudiar para una determinada asignatura)? Pienso que vivimos de cara al futuro, aunque de espaldas al pasado. El presente es tan efímero, tan secundario que muchas veces no nos damos cuenta de que lo estamos echando a perder...

    ¿Con qué ilusión te levantas día a día? Hay muchas cosas que te pueden hacer saltar de la cama y darlo todo por una mera oportunidad y entre ellas nombraría las aspiraciones personales o el amor. No creo que debamos apartar o destruir este tipo de ilusiones por el miedo a la caída, lo que tenemos que hacer es aprender a caer.

    Pero al fin y al cabo ¿Qué

    ResponderEliminar
  2. Ignorad la última línea... No se porque ha salido, ni de donde xD

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que la diferencia entre esperanza e ilusión es como la de oír y escuchar, ver y mirar, pues al igual que puedes mirar hacia algo (material o del tipo "la realidad") o alguien, y no verle, puedes tener ilusiones y no tener esperanzas. Así, yo diría que la esperanza es la fuerza que tu ves en que la ilusión no se desvanezca. En cuanto la ilusión, como la de tener alguna ilusión, tiene esperanza, entonces yo digo que está viva. Si no tiene esperanza, estará dentro del baúl. Pero la esperanza tampoco quiere decir fuerza física ni negación, quiero decir, la carencia de esperanza nos apartará de las ilusiones, pero no de la obtención del fin.

    En cuanto a lo de la alegría "anticipada", siempre me ha gustado decir que el placer que sientes cuando te rozan, es el dolor más flojo. Llámalo como quieras, siegue siendo una pequeña y más efímera ilusión, a la que tal vez no le hallamos otorgado ninguna esperanza ya que no ha pasado tiempo.

    Yo tuve la ilusión de ir a Inglaterra, y lo sabes, y estoy seguro de que tu también, pero siempre decimos eso de no me haré muchas ilusiones -para mi entender, esperanzas- no sea que luego no pase, y por eso nos alejamos de ella. Y hasta que se supo la verdad, habían días que le daba esperanzas al asunto. Y bueno, lo he intentado, pero el último paso, cuando supimos que sí nos íbamos, no me sirve para explicar nada porque la ilusión estaba presente, pero no había esperanzas de que ocurriera algo, simplemente iba a ocurrir, lo sabíamos. Pero entonces es porque no hay ilusión por que pase algo, sino por vivir ese algo que sabes que vivirás.

    ResponderEliminar