lunes, 25 de abril de 2011

La vida


Esta vida es corta, lo habrás oído ya muchas veces, pero es que es cierto. No nos damos cuenta pero llegará el día en el que nos cuestionemos si hemos aprovechado el tiempo lo mejor que hemos podido, o lo único que hemos estado haciendo ha sido tirar por los suelos cada rato de ésta nuestra vida que se nos ha ofrecido por misterios de la naturaleza. Y para no llegar a ese punto de arrepentimiento en caso de llevarnos una decepción, hay que actuar.
Esta vida es como si alguien o algo, el alma de las almas, nos liberara y nos dejara encima de un papel –no diré ningún tipo de papel, pues éste ya nos condicionaría en color, forma, resistencia, tamaño, finalidad... “calidad” incluirían algunos- totalmente vacío. Al principio no sabemos muy bien de qué va la cosa y hacemos lo que nos da la gana hacer. Pero poco a poco vamos creciendo, y nos damos cuenta de que a nuestro alrededor existen cosas: hay árboles, casas, otros monstruitos como nosotros, una mamá y un papá, etc., y entre todas estas cosas vemos que al lado del papel hay un bolígrafo, escritura del cual no podrá hacerse desaparecer ni con el mejor de los borradores, y comenzamos a hacer pequeños dibujos sobre el papel, inconscientes, creyendo que no tiene mayor importancia, que da igual si dibujamos un demonio o un ángel, que lo importante es que sea divertido.
Más tarde, y conforme van pasando los años y las experiencias vividas, nos damos cuenta de que el papel y el bolígrafo son algo más de lo que a simple vista contemplamos hace años, que los dibujos son nuestra vida: si te fijas y buscas encontrarás corazones, tantos como amores, que hay caras sonrientes, tantas como ratos buenos, y que hay caras tristes. Entonces nos damos cuenta de que cada noche dibujamos sin querer algo nuevo, algo que ocupa una minúscula porción del papel, y que el espacio que nos queda en él se va reduciendo cada vez más. Es entonces cuando hay que actuar.
A partir de ese momento deberemos reflexionar sobre lo que queremos ver dibujado en ese papel. Nada ni nadie debería, en un principio, hacer de ésta tarea reflexiva algo imposible: si los acontecimientos te superan y tratan de chafar otros recuerdos bonitos, si el demonio pretende borrar al ángel, si el corazón roto consume poco a poco las caras sonrientes... nosotros, como dueños del bolígrafo y el papel, debemos encararnos a ellos y pretender ser más grandes. Serlo. Pisotearlos.
Hay gente que dice que la vida es un castigo, otros dicen que es una bendición. Yo sinceramente opino que solo podremos discernir cuando, en nuestro lecho de muerte, observemos nuestro papel, porque solo entonces conoceremos la posición de la balanza, y con ella, la respuesta.

4 comentarios:

  1. Solo decir que me encanta tu metáfora de la vida y tu ser "dueños del bolígrafo y el papel"... :)

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  2. Gracias Elene ^^ La verdad es que se le puede dar mucho juego y no sé, se entiende bastante bien. Gracias por comentar por ahí :D
    Y bueno, no hace falta que avises en una entrada que has comentado en otra xD A todos les llega un correo me parece y a mi me sale TODO en el muro, pero bueno que no pasa nada ;)

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  3. Vale, es que como ayer escribí y no veía a la derecha que saliera que hubiera escrito digo...jo, voy a avisar.
    Oye, a mí no me llega ningún correo!

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  4. Debería, y si no... prueba a darle a algo en dodne seguidores para ello. No sé...

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