"Lo descubrió. Lo supo desde su decimosexto cumpleaños. Lo deseó justo antes de soplar las dos velas que se consumían en el centro de aquel pastel casero, recubierto de nata y caramelo. "Que el mundo se detenga", pensó con los ojos cerrados, aspirando el aroma del humo que producía el consumir de la cera; y después sopló, pero ninguna vela se apagó, pero tampoco se derretían, consumidas por un fuego que no avanzaba, que permanecía inmóvil. No corría ni una sola brisa de aire a su alrededor, ni respiraban sus familiares. Su hermana miraba fijamente la tarta mientras se preparaba para aplaudir, su hermano parecía distraído, el flash de la cámara de fotos de su padre se retrasaba y su madre, sonriendo, sostenía el cuchillo en una mano. Los pájaros dejaron de cantar, el telediario dejó de dar las noticias, una gota de cera flotaba por encima de la superficie de caramelo, a punto de estrellarse. Nada se movía, ni siquiera la sangre a través de las venas. El mundo se detuvo ante sus ojos, y no pudo hacer otra cosa que sonreír. Cuando hubo pensado en cómo volver a la normalidad, todo había comenzado a cobrar vida de nuevo, y sopló las velas sin problemas, esta vez para apagarlas." [...]
Es sólo el principio. ¿Quieres seguir leyendo?>> Obsesionado
Espero que os guste.
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